jueves, 19 de junio de 2014

Diversidad y lenguas


Se habla mucho de la diversidad de culturas, de formas de pensar, la diversidad de habitantes en un lugar determinado, etc. Diversidad, es una palabra muy conocida entre los individuos, debería ser también sinónimo de respeto hacia lo diferente, ya sea en personas, idiolectos, creencias, orígenes, en fin.
 Lo que se abordara a continuación será sobre la diversidad en sí pero revisado desde otra perspectiva, la lingüística. Esta es una ciencia que tiene como objeto el estudio de la lengua; cuando nos referimos a la lengua no lo hacemos de manera anatómica, sino que estamos describiendo a la lengua como un sistema de comunicación que varía de lugar en lugar, de persona en persona, y que se va adquiriendo y desarrollando conforme nos desenvolvemos en la sociedad.
EL uso lingüístico es muy variado en nuestras sociedades esto se debe a diversos factores (geográficos, sociales, funcionales, idiolectos, etc.), estos determinan nuestra manera de comunicarnos y actuar ante una sociedad en un lugar determinado, por supuesto estas ‘’variantes’’, determinan nuestro lugar en la sociedad, el ‘’valor’’, que tengamos como tal, hasta el éxito que probablemente tengamos o no en nuestro andar social. Estas perspectivas han sido muy cuestionadas porque en realidad ¿Qué determina o predice nuestro éxito?, ¿Por qué una persona adulta se ve mal hablando como adolescente? ¿Por qué el aprender inglés es más valorado que hablar una lengua indígena?, estas son algunas de las tantas preguntas que muy a menudo nos solemos plantear. ¿Quién o quienes determinan de qué manera hablar? La respuesta a esta pregunta es justamente la sociedad, como grupo de personas en un lugar determinado, juzgamos y determinamos lo ‘’correcto’’ y lo ‘’incorrecto’’.
El lenguaje forma parte importante de nuestra conducta comunicativa y de la acción social, este no es homogéneo ni es el mismo para todas las personas, ya que cada una de estas lo adapta de manera diferente según factores geográficos, culturales, sociales, personales, etc. Entonces hacemos referencia a un punto muy importante: el contexto, en este tienen lugar los intercambios lingüísticos que exigen variantes interpersonales de interacción (intenciones, situaciones comunicativas, etc.), también aquellas en las que tienen que ver con el lugar en la sociedad que el individuo ocupa (ideologías, educación, habilidades comunicativas de expresión, etc.)
Cuando nos comunicamos o hablamos en sociedad utilizamos según Carlos Lomas (1999), cuatro variedades comunicativas:
1.- Variedades según ubicación geográfica.
2.- Variedades sociales (sociolectos), en estas variantes entran, la clase social, sexo, edad, sistema de creencias, etc.
3.- Variedades funcionales. (Contexto social)
4.- Estilos (idiolectos), la manera intrapersonal en la que se percibe el mundo.

El uso que le demos a nuestro actuar y comunicar en la sociedad, es meramente un espejo de la diversidad y también desigualdad sociocultural de las comunidades de habla en un lugar. Los usos de la lengua contribuyen y construyen nuestra identidad cultural y de los grupos sociales a nuestro alrededor.
Sexo, estatus, edad.
Cuando nos comunicamos de manera oral, no solo construimos oraciones y significados, también reflejamos mediante nuestras formas de hablar nuestra identidad sociocultural (Quien soy, de donde soy, edad, sexo, clase social, nivel educativo).
Una de las diferencias comunicativas entre individuos más marcadas son las de diferencia de género y sexo, esto es porque el hombre y la mujer tienen posiciones diferentes dentro de la sociedad, a pesar de haber progresado en los últimos años buscando la igualdad social, estas diferencias lingüísticas son imprescindibles porque se sigue manteniendo estereotipos sexuales en donde prevalece la ocultación de lo femenino, y esto se puede corroborar por ejemplo en la omisión del género femenino en la lengua castellana para expresarnos y esta no se debe a que en la RAE, no se tengan estas palabras sino que en nuestra lengua estándar, existe una imagen peyorativa de la mujer, en donde salen a relucir estereotipos sexistas y machistas, esto se atribuye también a las costumbres culturales de nuestro país, no hay que olvidar que durante muchos años, a la mujer se le veía solamente como una persona que nacía para ‘’dar hijos y atender al marido’’, es por ello que estas acciones comunicativas prevalecen hasta hoy día, mucho menos cada vez, pero es una característica de nuestra cultura que por supuesto tiene repercusión en nuestro hablar diario.
Cuando hablamos de estatus nos referimos a la posición que ocupa cierta persona en una determinada comunidad, hablando lingüísticamente podemos decir que aquellas personas con habilidades lingüísticas desarrolladas y con un lugar ponderante dentro de la sociedad, tienen casi asegurado el éxito en esta, aunque suene un poco discriminante e impuesto es verdad, y es que cada persona cumple con su lugar dentro de la sociedad, para hacer de esta una gran urbe en donde cada persona se desenvuelva según sus habilidades y conocimientos. Muchas veces la clase baja es menospreciada y vista como símbolo de ‘’ignorancia’’, o ‘’poca inteligencia’’. Estas variedades según  (Bourdieu, 1979) conllevan a una determinada conducta lingüística, también hace referencia a que una persona puede cambiar de variedad lingüística según su estatus social  o  ascenso en la escala social, esto se va adecuando a los fines del intercambio comunicativo y a las expectativas de los receptores.
La edad es un factor que incide con mayor claridad en el uso lingüístico de las personas en cualquier  comunidad de habla. Conforme la edad de las personas va aumentando, cambia su manera de ser, hábitos culturales y conducta lingüística. Labov (1964), estipulo seis etapas de evolución sociolingüística de las personas:
1.- Adquisición de la gramática elemental en la primera infancia. (Familia y madre)
2.- Lengua vernácula (5 y 12 años), escuela y compañeros.
3.- Conocimiento del entorno sociolingüístico (14 y 15 años), influencia de loa adultos.
4.- Desarrollo de la variación estilística (15 años en adelante).
5.- Inicio de un uso estándar en la primera etapa adulta.
6.- Desarrollo de los usos lingüísticos de la variedad estándar y culta de la lengua.

Estas etapas van en relación con la edad del individuo y su interacción con la sociedad lo que le hace adquirir las habilidades necesarias para toar su papel dentro de ella, no debemos olvidar que dentro de estas etapas entran variantes diatópicas, diacrónicas, diastráticas y diatípicas.

Podemos concluir que es esencial que como futuros docentes nos plateemos y tomemos como unos de los principales objetivos el facilitar a los alumnos la adquisición de conocimientos y actitudes que favorezcan la toma de conciencia acerca del papel que desempeña el uso lingüístico en nuestro día a día, dejar claro que nuestra manera de hablar refleja nuestra identidad personal y cultural pero no por esta razón se debe discriminar o juzgar a una persona por su manera de hablar, en una sociedad todos los individuos son importantes y forman parte de un todo que constituyen la diversidad cultural de un lugar determinado. Nuestro pensar, actuar y hablar se va modificando con el paso del tiempo, es importante que como sociedad hagamos conciencia y comprendamos que no todas las personas tienen acceso a las diferentes situaciones y contextos de comunicación es por ello que no existe igualdad a  la hora de adquirir las habilidades comunicativas que hacen posible un uso ‘’adecuado’’ de la lengua.

                    


Ensayo por Wendy Calvo.

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